Si existe un trabajo duro y pesado, es el de ser agente secreto en la Edad Media..., pero ¿llegar a convertirse en Dios? uff, ese sí que puede ser un auténtico desafío, ¿te animas?

En principio nada de avanzadas tecnologías, nada de equipos especiales, pura tiranía feudal y monótonas misiones, matanzas, sobornos, envenenamientos, y siempre más de lo mismo.

Es esta la situación en que se encuentra actualmente nuestro héroe, que recién salido de la escuela de agentes es enviado a la rebelión de Arkanar con el objetivo de eliminar a Arata, el insurrecto principal.

Lo que no posiblemente no has deducido, es que esta Edad Medieval no es el pasado de nuestro planeta sino que es el futuro de otro mundo del inmenso espacio que otrora fue idéntico a la Tierra. En tanto nuestro planeta se ha desarrollado enormemente en sentido ético y tecnológico, Arkanar se ha estancado debido a una tremenda represión cultural y religiosa.

El imperio reinante en la tierra decide enviar a un agente secreto (Rumata, a quien encarnarás), para observar - obviamente sin ser descubierto -, la causa del estancamiento de aquel antiguo planeta.

Inesperadamente, debido a lo avanzado de sus armas y tecnología, Rumata puede llegar a ser considerado un Dios en Arkanar..., pero claro, si ya ser un agente secreto en la Edad Media es complejo, ni te contamos lo que es ser un Dios.

Hard To Be a God (Duro ser un Dios) se nos presenta como un RPG basado en una novela de ficción del mismo nombre escrita allá por el año 1964 por los hermanos Strugatsky, con paisajes repletos de realismo y criaturas increíbles.

Un sistema dinámico de combate a caballo, elementos de infiltración con rigor táctico y un sorprendente arsenal medieval junto con armas futuristas, te esperan.

Es una aventura no lineal en la que cuenta muchísimo tu vestimenta, forma de expresarte y tu actitud, y en la que puedes ir eligiendo la mejor estrategia entre la diplomacia y la agresión